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Os repositórios dão visibilidade à produção científica

Expirado
Malgorzata Lisowska, principal organizadora da comunidade latino-americana de bibliotecas e repositórios digitais, assinala a importância de se trabalhar em conjunto para apoiar a divulgação da produção científica na região. (Texto em espanhol)

¿Cómo surge la iniciativa de formar la comunidad CoLaBoRa?
Corresponde al llamamiento de CLARA (en 2010) de formalizar las comunidades sobre bibliotecas y repositorios digitales. Antes teníamos grupos de trabajos informales y nos comunicábamos con algunas comunidades, lo que hicimos fue consolidar este grupo y formalizar los enlaces.

¿Desde cuándo venían haciendo este trabajo?
El tema de repositorios es nuevo en el mundo entero. Empezó a principios del Siglo XXI con el nacimiento del movimiento de Open Access en el año 2002- 2003 y se popularizó desde 2005. En América Latina, se empezaron a dar avances en 2007 y ahí empezamos a ver el tema de cooperación entre países. Es algo nuevo.

¿Cuál es la situación real de los repositorios en América Latina? 
La situación no es la mejor, según el Directorio Internacional de Repositorios Institucionales, -que registra todo lo oficial acerca del tema-, en el mundo hay 1750 repositorios y solo el 5% de estos están en América Latina, con un total de 89. Este es un buen avance, pero no es el suficiente para popularizar y dar visibilidad a la producción latinoamericana.

¿Dentro de estos repositorios hay producción de todo tipo o solo producción científica?
Hay de todo tipo. Puede haber artículos, borradores de investigación, tesis de grado, disertaciones de maestrías y doctorados, objetos de aprendizaje, etc. Lo que se quiere lograr en el tema de las comunidades y redes de repositorios a nivel latinoamericano es el acceso a la producción científica.

¿Qué tantos canales o tanta difusión tiene la producción científica en la región?
El problema de la difusión de la producción científica, en los canales tradicionales, es que tiene un alto costo. En ocasiones, hay investigadores que deben pagar para que les publiquen un artículo. Con este movimiento de acceso abierto e implementación de repositorios, lo que se quiere hacer es masificar un poco y dar oportunidades a los autores latinoamericanos para que puedan publicar de forma gratuita y, así, dar visibilidad a su trabajo y conocimiento en el mundo sin necesidad de pagar altas sumas de dinero. A los usuarios, el acceso les llega de la misma forma: gratuita y sin necesidad de invertir grandes cantidades en compra de base de datos.

¿En qué países ha habido iniciativas que han estado aisladas, hasta ahora?
Los países que empezaron a nivel latinoamericano fueron Brasil y México. Ellos tienen los avances en el tema de implementación de repositorios. En 2007, empezó la iniciativa en Colombia, con la Biblioteca Digital Colombiana. También, desde hace más de un año, hay un proyecto naciente en Ecuador, en Chile. n el continente hacen falta estrategias conjuntas.

¿Qué países integran esta comunidad y cómo se toma la decisión de crearla?
Son ocho países a nivel latinoamericano y más de 20 instituciones: México, Venezuela, Colombia, Perú, Brasil, Argentina y Chile. Es una alternativa que surge en Colombia, donde tenemos una comunidad desde 2007 y una experiencia que se llama Biblioteca Digital Colombiana. Este proyecto queríamos internacionalizarlo y estrechar los lazos con nuestros países vecinos e intercambiar experiencias, aplicar desarrollo e innovación sobre este tipo de temas. Por lo tanto, invitamos a las personas que informalmente hemos conocido y con las que hemos trabajado estos temas, quienes respondieron con entusiasmo. Así se conformó la comunidad.

¿De las 20 instituciones que están involucradas, ya todas tienen su biblioteca digital o su repositorio?
Sí. La idea es crear una red, que tampoco es cerrada; si alguien no tiene repositorio y quiere participar, podría hacerlo. En el mundo cada vez se crean más herramientas de estas, porque ayuda a la disminución de la brecha digital. Cualquier persona que tenga acceso a internet puede entrar a la información y no a un catálogo de una biblioteca, sin que luego tenga que ir a ella y ver si le dejan entrar. Con un solo clic puede acceder de una vez al texto completo del documento.

Esto le abre una puerta al científico de dar a conocer su trabajo…
Eso tiene que ver con el famoso concepto de visibilidad. Podrían preguntar cuál es el beneficio para los autores de colocar de manera gratuita algo que podrían vender. El concepto es ese de visibilidad: si ellos colocan ese material y cualquier persona puede acceder a él desde cualquier lugar del mundo, van a saber quién soy yo y sobre qué investigo, cuáles son mis puntos fuertes y, de esta manera, poder acceder a las fuentes de financiamiento, a las redes de científicos, a la cooperación internacional, etc. Los beneficios no son monetarios o tangibles y eso también implica un cambio cultural.

Rambla República de México 6125.
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